The need for discipleship
By Chandra Smith | Ecuador in South America
Durante los últimos 12 años en Ecuador, Dios me ha mostrado la importancia del discipulado de manera clara. He podido compartir el evangelio con muchas personas y he tenido el privilegio de estar allí cuando personas han aceptado a Cristo como su Señor y Salvador. Pero también he visto a muchos de ellos apostatar de su fe en Cristo, volviendo a su vida antigua.
Lamento verdaderamente no siempre haber luchado por su progreso, por no siempre haberlos desafiado a estudiar la palabra de Dios conmigo y otros creyentes. Lamento por no haberme dado cuenta antes de la importancia de ayudarles a establecer raíces fuertes y profundas en la palabra de Dios. Pero la buena noticia es que no todos a los cuales he visto aceptar a Cristo, han caído. Con ellos he tenido el privilegio de modelar una vida cristiana, enseñarles cómo tener una relación personal más profunda con Dios y tener una comunión cristiana que da gloria a Dios.
Parte del discipulado también es el equipar a los nuevos creyentes para que compartan su fe y discipulen a nuevos creyentes. El año pasado, una parte del equipo de SIM desarrolló un curso de discipulado. El material es práctico y explica claramente la importancia del discipulado y el crecimiento hacia la madurez en la vida Cristiana. Muestra cómo llevar a alguien que está espiritualmente muerto a ser un padre espiritual. Hemos podido hacer el entrenamiento con la iglesia en Portete, un pequeño pueblo en la provincia de Loja. A través de la enseñanza allí hemos podido refinar el curso y hacerlo más comprensible y práctico para que todo creyente lo pueda usar.
Durante los últimos 12 años, he tenido el privilegio de discipular a muchos creyentes y estoy muy agradecida al poder decir que siguen caminando con Dios. Algunos ya están involucrados en el ministerio en otras áreas del Ecuador y otros están a punto de comenzar a involucrarse. Pero todos ellos están empezando a ver cambios en sus propias vidas y en la gente a su alrededor, debido a su creciente fe.
Me gustaría animarlos a todos a discipular a un nuevo creyente, como Cristo lo hizo con sus discípulos. Recuerde Mateo 28:18-20 – Como seguidores de Jesús somos llamados por Dios a hacer discípulos.